La cadena de suministro inversa es una parte vital para la sustentabilidad en la administración de las cadenas de suministro. En esta cadena, los productos usados son enviados a los productores para su reciclaje o remanufactura; a diferencia del proceso tradicional de la cadena de suministro, en el cual los productos son transportados hasta los consumidores finales. Los procesos de la cadena de suministro inversa involucran 5 componentes clave, los cuales son la recolección de los productos, la logística inversa, la inspección y disposición, el reacondicionamiento, y la distribución (Guide & Van Wassenhove, 2002).
Primeramente, la recolección de los productos usados por los consumidores puede resultar compleja. Esto se debe a que contrario a la cadena de suministro tradicional, en la cadena inversa existen múltiples puntos de origen y pocos (o un solo) punto de destino. Por estas razones, es importante que las empresas administren correctamente la cantidad de productos que pueden recibir a través del tiempo; además que se tienen que llevar a cabo alianzas con tiendas para que se puedan establecer más puntos de recolección y el proceso de retorno se haga más sencillo para los consumidores (Association for Supply Chain Management, 2024).
Luego, los productos deben de ser evaluados conforme a su estado de funcionamiento. Dependiendo de los resultados de estas inspecciones, los bienes pueden ser sometidos a procesos de reacondicionamiento; esto es, que los productos puedan ser reparados y reacondicionados de tal manera que son de igual calidad que un producto nuevo. En caso de que los artículos no tengan la calidad correcta, estos deben ser sometidos a procesos de reciclaje y disposición segura de los residuos. De tal manera, se asegura el menor impacto ambiental posible en el fin de vida del producto; lo cual es especialmente para importante en el caso de los residuos electrónicos tales como componentes de computadoras o baterías (Hazen, Overstreet, & Cegielski, 2012). Una vez que los productos han sido remanufacturados, estos pueden ser devueltos a la cadena de suministro tradicional.
Aunque la implementación de la cadena de suministro inversa es retadora, trae beneficios importantes para la sustentabilidad de las empresas. Esto se debe a que esta metodología permite la recolección de productos que normalmente serían desechados por los consumidores, para poder darles un nuevo valor y venderlos nuevamente; o bien, para disponer de ellos de manera adecuada con el medio ambiente.
En conclusión, la cadena de suministro inversa tiene un papel fundamental en la sustentabilidad de las operaciones. A través de esta se permite la reducción de los desechos y se aumenta la recuperación de los recursos materiales. Al integrar estas prácticas de manera óptima, las organizaciones pueden incrementar su desempeño económico y ambiental; mientras que se apoya la sustentabilidad.
Referencias:
Association for Supply Chain Management. (2024). Reverse Logistics. Retrieved from Association for Supply Chain Management: https://www.ascm.org/topics/reverse-logistics/
Guide, V., & Van Wassenhove, L. (2002). The Reverse Supply Chain. Harvard Business Review.
Hazen, B., Overstreet, R., & Cegielski, C. (2012). Supply chain innovation diffusion: Going beyond adoption. The International Journal of Logistics Management.
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