La descarbonización es el proceso de diseño, o reingeniería, de métodos de producción que tiene como fin eliminar las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Es una estrategia que se ha propuesto para lograr las metas de limitación del cambio climático para finales de este siglo.
Las estrategias de descarbonización involucran el cambiar los procesos productivos de una manera tal que se eliminen las fuentes de gases de efecto invernadero para alcanzar la neutralidad de carbono; es decir, que los procesos no generen emisiones netas. La manera más evidente de alcanzar esta meta es mediante el uso de energías renovables (Papadis & Tsatsaronis, 2020), las cuales son generadas de maneras que evitan la quema de combustibles fósiles; ergo, no generan emisiones de CO2. No obstante, no son las únicas maneras.
Otras técnicas que han sido destacadas por su potencial para lograr la descarbonización en las industrias son los procesos de captura y almacenamiento de carbono (Papadis & Tsatsaronis, 2020). En artículos anteriores se han descrito algunas de las metodologías empleadas en estos procesos.
Por otro lado, la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático destaca que cambios en la agricultura también son importantes para lograr la descarbonización a nivel mundial. Destaca que el cambio de uso de suelo forestal a suelos de cultivo es responsable del 14% de las emisiones anuales de dióxido de carbono a nivel mundial. Entonces, para mitigar ese impacto ambiental, la Organización recomienda implementar técnicas de cultivo regenerativo y agricultura sin labranza, que permiten tanco que el carbono presente en el suelo no sea liberado a la atmósfera, como que los cultivos almacenen carbono en el suelo (United Nations Climate Change, 2022).
Además, la descarbonización puede implementarse también en los procesos reactivos de las industrias. Por ejemplo, se ha desarrollado el uso de hidrógeno como agente reductor del mineral de hierro para la fabricación de acero. Con esta configuración, el proceso genera únicamente emisiones de vapor de agua. En México, la reducción directa de hierro se produce principalmente con gas natural, el cual actúa como agente reductor y genera emisiones de CO2 (Ruth, 2004). Por lo tanto, para lograr la descarbonización en la industria siderúrgica se tiene que ampliar el uso del hidrógeno como agente reductor; el cual idealmente debe provenir de procesos de generación verdes o azules.
En conclusión, la descarbonización es un proceso que involucra cambios en los procesos productivos de las industrias, el cual tiene como objetivo la eliminación de emisiones netas de gases de efecto invernadero. Existen diversas técnicas que pueden ser implementadas en las empresas para lograr esta meta. Para cumplir con las metas de limitar el cambio climático para el final del siglo, es de vital importancia que más empresas modifiquen sus procesos con la descarbonización en mente.
Referencias:
Papadis, E., & Tsatsaronis, G. (2020). Challenges in the decarbonization of the energy sector. Energy.
Ruth, M. (2004). Steel Production and Energy. Elsevier.
United Nations Climate Change. (2022). Decarbonization cannot wait. Retrieved from United Nations Climate Change: https://unfccc.int/news/decarbonization-cannot-wait
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